Googlea ''ayuno intermitente'' y te saldrán casi 5 millones de resultados (si lo buscas en inglés, ''intermittent fasting''', esa cifra se dispara a los 52 millones). Nadie duda que es un método de adelgazar que está muy de moda, pero, curiosamente, es tan antiguo como la propia humanidad. Nuestros antepasados ayunaban por la falta de comida y, ahora, lo hacemos por el exceso de peso.

 


El viejo método de adelgazar saltándose la cena tiene una base nutricional. Nuestro organismo necesita energía sí o sí, pero puede obtenerla de distintas maneras. Todo dependerá de las horas que llevemos de ayuno. Si han pasado menos de 6 horas, ''la fase postabsortiva'', tira de lo que hemos consumido. Sin embargo, si empezamos a ayunar, tendrá que buscarse otras despensas de energía y recurrirá a nuestra reserva de grasas.